Biomecanica Articulacion Talocrural

De manera anatómica tenemos que la articulación talocrural, tibioperonea distal también conocida como tibiotarsiana, es una articulación sinovial de tipo ginglimo (troclear), se localiza entre los extremos distales de la tibia, el peroné y la parte superior del astrágalo, de tal manera que la tibia se articula con el astrágalo en dos articulaciones:

  1. Su cara inferior forma el techo de la mortaja maleolar y transfiere el peso del cuerpo al astrágalo.
  2. Su maléolo medial se articula con la cara maleolar medial del astrágalo.

Tenemos entonces que la articulación talocrural es relativamente inestable durante la flexión plantar, ya que la tróclea es más estrecha posteriormente y por ello, se encuentra relativamente holgada dentro de la mortaja, y es durante la flexión plantar cuando se produce la mayoría de las lesiones de tobillo, ya que la articulación es más estable en la dorsiflexion y abducción. Por otra parte en cuanto a sus ejes de movimiento la flexión plantar y dorsal  ocurre en un eje oblicuo, es decir, la flexión dorsal se asocia a un movimiento de aducción del pie, en cuanto al eje longitudinal se producen los movimientos de rotación interna y externa. Si hacemos referencia a una patología o tipos de pie permiten el movimiento del astrágalo en inversión y eversión.

Artrocinematica en Cadena Cinética Cerrada

En este apartado hacemos referencia a la parte de la biomecánica que estudia el desplazamiento de los huesos sin importar los músculos y se ocupa de los movimientos intrínsecos que ocurren dentro de las articulaciones. Tomando de ejemplo el apoyo medio del pie en la marcha, la tibia hace una traslación anterior más rotación interna con flexión dorsal, al mismo tiempo el peroné realiza traslación posterior más rotación externa, por tanto suelen presentarse limitaciones en la dorsiflexion y se relaciona con la lesión de la sindesmosis tibioperonea que impide el movimiento del peroné. Y la articulación talocrural se mantiene intacta.

Actividad Muscular

Vamos hablar de dos músculos principales, uno en la parte anterior y otro en la parte posterior, en la parte anterior tenemos el tibial anterior este tiene un punto de anclaje, un punto móvil y una dirección de vector de fuerzas y de movimiento, de tal modo que en una cadena cinética cerrada se genera el movimiento de dorsiflexion, elevando el escafoides y además genera otro movimiento el de traslación posterior del astrágalo, que por ende favorece el mecanismo de rodamiento para que no exista el choque entre las articulaciones. En el caso del tríceps sural va a generar el movimiento de plantiflexion y una protusion y desplazamiento anterior del astrágalo y en función de los ligamentos  se va tener mayor o menor desplazamiento.

Es común de lo mencionado anteriormente que se presente una desvariante entre el tibial anterior y el tríceps sural ya que si el primero está debilitado va a ocasionar compresión y lesión del cartílago articular.

Haciendo referencia a un caso clínico, encontramos que un paciente con pie cavo, presenta falta de control excéntrico de la extensión de rodilla e incompetencia del tibial anterior, refiriendo un acortamiento grave del tríceps sural, cabe destacar que cuando no existe una correcta biomecánica en las articulaciones se presentan patologías Oseas y ligamentarias por falta de alineación y en función de su estructura va a presentar una mayor o una menor fricción.

En consecuencia las evaluaciones tienen que ser desde muscular, a nivel de ligamento verificando siempre la estabilidad, dentro de la rehabilitación el trabajo debe estar enfocado al control motor buscando la disociación del movimiento , potenciación trabajando de manera isométrica, concéntrica y excéntrica y por último la integración para que todo el sistema musculoesqueletico trabaje de manera global.