Rendimiento Deportivo

Se puede entender como rendimiento deportivo, las capacidades que tiene el deportista de poner en marcha todos sus recursos bajo unas condiciones determinadas, las mismas están relacionadas con aspectos o factores potenciales físicos y mentales, por lo tanto dentro de la práctica deportiva se ha venido trabajando bajo un sistema cuantitativo entre fases de fuerza y velocidad, dejando de lado la parte cualitativa. Por tal motivo no puede contemplarse un aumento del rendimiento si no se trabaja en el aumento de la carga para buscar mejoras en el paciente o en el deportista, y seguir bajo una mecánica que no es lo suficientemente eficiente para dar el máximo y minimizar el riesgo de lesión.

Se dice que el sistema nervioso central no sabe de musculo, sino de movimiento, y cuando se realiza un entrenamiento se enseña al paciente o al deportista a trabajar por partes y se pierde todo aquel aprendizaje que se realiza por secuencia, por conciencia de un patrón de movimiento, y esto adquiere relevancia cuando vemos que el deportista tiene que aprender a integrar todos aquellos elementos de donde está formado su patrón de movimiento, de tal manera que tanto los patrones más o menos eficientes se fijan en el sistema nervioso central.

Así tenemos que es importante aquel proceso de aprendizaje o reaprendizaje, que suele ocurrir cuando el paciente o el deportista pasa de una lesión a un proceso de readaptación, en lo que se tiene que reaprender ese movimiento, por ende se debe realizar un trabajo con precaución evitando las compensaciones ya que estas se fijan en el sistema nervioso central, con lo cual cuando se quiera reeducar ese movimiento va ser mucho más complicado que cuando se aprende desde cero. Por ello se debe cuidar cada contexto e individualidad de cada paciente o deportista.

En consecuencia, la organización secuencial del movimiento humano supone la gestión de fuerzas guiada por la intencionalidad, quiere decir, por ejemplo que el aprendizaje motor en niños esta guiado por la intención de hacer movimientos como erguirse, levantarse , apoyarse, gatear, ponerse de pie, pues en el deporte pasa igual y en este caso la intención del deportista es buscar las habilidades del movimiento en el contexto, y las mismas van a ser las habilidades mecánicas en las que se debe trabajar para lograr la eficiencia y  un óptimo rendimiento en el deporte.

Existe común relación entre los patrones de movimiento y las modalidades deportivas, pero también diferencias en cuanto al deporte que se practica ya que no es lo mismo, ejemplo una carrera de un jugador de baloncesto a una carrera de atletismo, ya que la intención es lograr que en el tiempo se desarrollen las habilidades y capacidades acorde a lo que se quiere buscar con el paciente o el deportista, y no es más que la correcta realización de su actividad.

Dentro del rendimiento deportivo, se maneja un aspecto importante que es la eficiencia, en cuanto a la escala de grises, es que no se trata de cambiar algo malo por algo bueno, se busca optimizar que el deportista o el paciente sean lo más eficiente posible dentro de sus individualidades, su contexto, su movimiento o gesto deportivo dentro de la modalidad o actividad que realiza a diario, a pesar de encontrar alguna dismetría o compensación que debamos permitir para alcanzar el objetivo.

Finalmente el contexto por lo que nos hemos paseado, no es más que el producto final del rendimiento deportivo, el cual está asociado a la carga que se debe manejar en un entrenamiento, a la mecánica más adecuada que permita que la estructura no sufra ningún tipo de alteración y evitar así  que el deportista o paciente pueda llegar  a lesionarse.