Lesion del LCA

La lesión del LCA, es una lesión que mantiene al jugador fuera de la cancha y en entrenamiento por periodos de tiempo, también posee una tasa elevada de recidiva a su vez de la pierna contralateral, el riesgo se ve más en adultos en un 15%, un 23% de este tipo de lesión se presenta en menores de 25 años y en cuanto al RTP (retorno al juego ) de manera prematura aumenta el riesgo de lesión al 26%, existen muchas variables neuro científicas  dentro de esta lesión que muy poco se conocen y no se tenían en cuenta y esto está relacionado con la evidencia, la cual nos dice que después de cierto tiempo el jugador sigue presentando algunos déficits, que pueden ser la fuerza, la flexibilidad, estabilidad, la influencia de factores intrínsecos y extrínsecos también forman parte de lo que ocurre en el deportista posterior a la lesión.

Ahora bien no hay que dejar de lado la influencia de la biomecánica del jugador, la cual es fundamental, para saber el mecanismo lesional, él porque del jugador puede volver a recaer con la misma lesión, como está ejecutando el gesto a nivel deportivo, y esto se desprende el enfoque sensorio motor que es el manejo mediante el cual el deportista debe centrarse, la idea o el objetivo es llegar a la conclusión de esa lesión del LCA.

Por ende cuando se habla de una lesión articular hablamos también de estabilidad articular y de las características que esta posee ya que de manera pasiva encontramos que esta se encuentra relacionada con los ligamentos, capsula articular y meniscos, de manera pasiva tenemos a los músculos y la transmisión de fuerza que este ejerce sobre el tendón, así pues que si existe alguna falla entre algunos de los elementos pasivo-activo tenemos más riesgo de lesión.

De lo anterior se desprende una interrogante ¿Cómo una lesión puede conducir a cambios neuroplasticos en el SNC y alteraciones en el control motor? Partimos de una base, la cual es la rotura del ligamento, que va a llevar a una alteración de la señal, es decir, el proceso quirúrgico que es producto de la lesión, ahora bien existen mecanoreceptores que están en las fibras de colágeno que hacen contacto con las vías aferentes que llegan al SNC, pero esa información se ve alterada cuando se produce la rotura y a su vez  repercute a nivel medular y cortical donde ya la información que esa rodilla llevaba al cerebro no es la misma.

En resumen las alteraciones son de tipo propioceptivo y nociceptivo, en este último se inicia la amenaza que va al cerebro y de este salen dos pendientes uno hacia el dolor y el otro hacia el control motor. Relacionado a su vez con la motoneurona gamma. En consecuencia el dolor causado por la lesión, lleva a la alteración de los patrones motores, que mantenidos en el tiempo acaban generando numerosos cambios a nivel neuroplastico, y no solo a nivel funcional sino también estructural por malas adaptaciones.