Lesion Muscular del Aductor

Una lesión de aductores, es una lesión en la ingle,  hay  lesiones pocos graves donde solo puede tirar del musculo más allá de su natural elasticidad, pero se pueden sufrir lesiones graves como un desgarro de las fibras musculares, e incluso una rotura completa del musculo, cabe acotar que en el futbolista este tipo de lesiones de aductores son muy frecuentes, y suelen ocurrir en el proceso de aceleración y desaceleración cuando realiza el gesto de patear el balón. Existen estudios epidemiológicos que presentan grandes porcentajes de este tipo de lesión en jugadores de elite, y los grupos de músculos que más sufren en este tipo de disciplina deportiva son los del miembro inferior, ya que la elevada implicación de los mismo en las acciones específicas del juego exigen, que una vez que aparezca la lesión se lleve a cabo el proceso de readaptación.

La readaptación nunca va ser de forma lineal, y siempre vamos a tener altos y bajos durante el proceso, sobre todo dependiendo del tipo de lesión ya que las más comunes están relacionadas con el aductor y no con el  iliopsoas como suele confundirse, de hecho el aductor  es uno de los niveles más altos de lesión, esto lleva a comprender de forma clínica que los test diagnósticos aplicados, que se suelen hacer han puesto de manifiesto ciertas discrepancias, entre las lesiones de los aductores y flexores de cadera y en las evaluaciones por imágenes se observa claramente la lesión propiamente del aductor  y no como ya se mencionó  del iliopsoas.

Así pues encontramos que los diagnósticos clínicos que se suelen hacer son confusos y no son diferenciales a la hora de establecer un diagnóstico certero, es por ello que cuando se combina el diagnostico de imagen con el test clínico, ganamos hasta un 80% de efectividad en el diagnóstico y se observa como el 66% de las lesiones afectan al aductor largo  y el resto el 33%  son del  iliopsoas  y el 1% puede llegar hacer mutilocales.

En cuanto a las incidencias de lesión, tanto en futbolistas amateur, como profesionales, la segunda lesión más prevalente es la de los isquiosurales, y en ambos casos la incidencia lesional es durante la competición, ya que son lesiones que ocurren de forma indirecta y no por contacto, suelen suceder por cambios de dirección, golpeos y saltos, y por ende toda lesión que pase de los 28 días es considerada severa, y esto se debe a que el proceso biológico de recuperación de un musculo cuando se rompen las fibras, suelen ser de 28 días para restablecerse, así pues cuando hablamos del proceso de readaptación lo que se quiere es que exista una evolución seguida para alcanzar el mayor nivel de funcionalidad deportiva posible, de tal modo que lo más importante es la recidiva de la lesión y no el acortar plazos.

Cabe destacar que la lesión se presenta por debilidad y fatiga, debido al número de partidos acumulados va hacer que la fuerza en el aductor disminuya de forma significativa, tanto es así que se puede cuantificar y correlacionar, exponiendo que cada cien unidades y el acumulo de partidos puede ocasionar el aumento de la lesión.

En consecuencia de todo lo antes mencionado, en la readaptación el objetivo va enfocado a restablecer la funcionalidad del jugador, realizando no solo trabajo de fuerza, sino también de flexibilidad, propiocepcion, y la adaptación a gestos específicos que involucren la activación del aductor mayor, no debemos olvidar que a todo trabajo de readaptación debemos sumarle el trabajo psicológico y de motivación que se ha llevado a cabo con el jugador, ya que esto influye de manera decisiva y positiva tanto en la percepción del trabajo como en la pérdida del miedo al realizarlo.