Dolor Lumbar

La lumbalgia, dolor de espalda baja o dolor lumbar, es el malestar localizado entre el borde inferior de las ultimas costillas y el pliegue inferior de la zona glútea, con o sin irradiación a una o ambas piernas, sin que esta irradiación por debajo de la rodilla deba ser considerada de origen radicular. Según el tiempo que persiste el dolor, la lumbalgia se clasifica en aguda (menos de 6 semanas), subaguda (de 6 a 12 semanas), crónica (más de 12 semanas) y recurrente (lumbalgia aguda en pacientes que ha tenido episodios previos de dolor lumbar en una localización similar, cabe destacar que la mayor parte de los casos de lumbalgia corresponden a causas mecánicas (musculoesqueleticas) de la columna vertebral, afectando por igual a hombres y a mujeres.

Existen también lumbalgias inespecíficas, que deben ser tratadas con mucha más cautela y desde la experiencia clínica y fisioterapéutica, ya que no hay que olvidar que tratamos con personas y no patologías, por ende hay que contextualizar la situación y las circunstancias  en la que se encuentra nuestro paciente y de cómo este agudizado su dolor, por ende solo el 5% de las lumbalgias van a ser de origen mecánico, ya que el dolor lumbar agudo inespecífico es de un 85%-90% , el cual se puede recuperar en 6 semanas, y solo el 10% termina siendo dolor lumbar crónico, así pues entre el tiempo de recuperación y el dolor lumbar inespecífico se suele presentar un alto riesgo de recidiva.

Es importante aclarar dentro del contexto, la definición clásica entre lo agudo y lo crónico ya que es relativo y define muy mal el caso del  paciente y su estadio, y el tiempo supone alteraciones en la sensibilización central, es decir,  a mas semanas más alteración a nivel sensorial y en los cambios neuroplasticos y a nivel del sistema nervioso central.

De todo lo anterior surge una interrogante: ¿si se modifican una serie de factores biomecánicos mejorara el dolor de la persona? Debemos trabajar de lo simple a lo complejo y encontramos revisiones sistemáticas donde las intervenciones en la cadera, produjeron pequeños efectos en los resultados del dolor y la discapacidad, igualmente se encontró que tanto el ejercicio como caminar, pueden mejorar el dolor lumbar y la discapacidad a corto plazo.

También nos hemos encontrados con estudios que hacen referencia a la sección trasversal y al musculo erector espinal se atrofia en personas con dolor lumbar de larga duración, pero esto es incierto, ya que por tener mayor masa muscular no justifica que el dolor lumbar sea diferente, si por consiguiente la persona es sedentaria, sufre de stress, y no tiene descanso son factores que predisponen al dolor lumbar.

Ahora bien pasando a la intervención de ese dolor lumbar, encontramos que la terapia manual ofrece beneficios a corto plazo al igual que otras alternativas por parte de la fisioterapia, pero la terapia manual es efectiva en la recuperación de las capacidades funcionales, pero debe incluirse dentro de un enfoque multimodal, dirigido a la recuperación funcional del paciente. Así pues la evidencia actual sugiere que la mezcla de terapia manual, ejercicio y educación, parece proporcionar mejores resultados que la terapia manual sola.

En consecuencia, hay nuevos hallazgos, como el Pilates, control motor, ejercicios aeróbicos y de resistencia son posiblemente los tratamientos más efectivos en el dolor lumbar crónico inespecifico.