Fuerza-Potencia y Velocidad en el Futbol

Dentro de los recursos físicos, la fuerza y la potencia, así como la velocidad y sus derivados, son elementos cruciales en el futbol ya que son parámetros esenciales a la hora de realizar el entrenamiento ya que los jugadores de futbol profesional no necesariamente tienen la capacidad extraordinaria en todas las áreas de rendimiento físico. Aunque no haya mucha necesidad de demostrar la importancia de la fuerza o la potencia en el futbol, se hace necesario reenfocar nuestra atención no a que si es importante, sino en porque y como estos parámetros influyen en el rendimiento en el futbol.

Es importante e imprescindible conocer estos parámetros de rendimiento, ya que existen muchas demandas a nivel competitivo y por ende se presentan diferencias en función de la posición de juego y a esto se le suma la evolución del futbol y de aquellos equipos que tienen un mejor rendimiento físico. Por ello se deben tomar en cuentas no solo estos parámetros, si no también aquellos aspectos que suelen influir y están relacionados con el rendimiento, como la parte psicológica, fisiológica, edad, etnia.

El propósito del entrenamiento de  la fuerza en el futbol, por ejemplo, no está en construir grandes músculos, ya que eso se puede equiparar con la potencia, por el contrario el entrenamiento de fuerza debe ser visto como un ingrediente importante para el desarrollo de las necesidades fisiológicas del juego, en función de mejorar el performance de los jugadores. De este modo los parámetros no deben aislarse de las otras habilidades ya que hay que tener en cuenta las fases de entrenamiento planificadas de acuerdo a la competición o juegos pautados.

La evidencia nos habla del performance, de las características e influencia de los parámetros en las diferentes actuaciones del futbol, como la potencia en salida, altura, el sprint en 15 metros y las correlaciones con el salto en movimiento, el pico en potencia, obteniéndose resultados satisfactorios al igual que la aplicación de los ejercicios concéntricos en el rendimiento funcional. Así pues se puede constatar que la fuerza no es absoluta en el futbol, si no que esta forma parte tanto de la potencia como de la velocidad, es decir, están interrelacionadas.

Ahora bien hay que acotar, que la potencia representa el ingrediente esencial en los movimientos específicos, tales como aceleración y desaceleración, el salto para cabecear la pelota, en los cambios rápidos de dirección y remate de la pelota, pero con este último gesto la velocidad se incrementa de manera significativa y se pone de manifiesto cual es la demanda real en cuanto a rendimiento. No hay que olvidar que es imprescindible mediante estos parámetros, ayudar a mejorar el RTP, y a prevenir lesiones.

De tal manera que tomando en cuenta la fatiga que se produce y el resultados de  la homeostasis, de los parámetros de estudio, encontramos que  esta se recupera posterior a las 48 a 72 horas post partido, ya que los jugadores aún se encuentran activos  y la perdida se produce luego de las 24 horas y la recuperación a las 72 horas, quiere decir que hay una recuperación total.

Finalmente en el futbol, el incremento en los parámetros de fuerza, potencia y velocidad, resulta en una disminución en la incidencia de lesiones, porque los tejidos musculares, los ligamentos y los tendones son más fuertes y más resistentes al esfuerzo en un juego. Así que para potenciar a los jugadores los parámetros deben estar dirigidos hacia las adaptaciones específicas del juego y en cuanto a los jugadores tener siempre en cuenta la individualidad.